tecuanes punto com. Blog de Evalenzo

Thursday, March 05, 2009

LA TÉCNICA ALEXANDER

Hace algunos días a mi correo electrónico llegó el siguiente mensaje:

Taller de Técnica Alexander
En Cuernavaca, Mexico

¿Te gustaría pasar un agradable domingo en Cuernavaca, aprendiendo Técnica Alexander a la sombra de un árbol?

El domingo 15 de febrero, Rodrigo Perez (Maestro de técnica Alexander, y chelista, residente en Mexico) y Norma López (maestra de Técnica Alexander y actriz, residente en Viena) impartiremos un taller grupal de Técnica Alexander en el norte de Cuernavaca. El taller está dedicado tanto a principiantes como a alumnos con experiencia de la T.A . Combinaremos la atención individual con dinámicas grupales. Aplicaremos la Técnica en actividades como jugar a la pelota, caminar (nadar sólo los valientes, porque la alberca todavía está fría en febrero), la voz, la presencia en el escenario (optativo), juegos grupales y lo que tú quieras. Si tienes algún amigo o familiar quieres introducir a la Técnica Alexander, esta es una buena oportunidad para animarlo.

Comeremos todos juntos en el bonito jardín. Tendrás la oportunidad de platicar con otras personas que también están aprendiendo la Técnica Alexander.

Si tienes niños tráelos. Alejandra, quien es cuenta-cuentos, hará actividades con los niños. Si vienes del D.F y no tienes coche podemos buscar quién te dé aventón.

Fecha: 15 de febrero
Horario: 10:00am – 6:00pm
Lugar: Privada de los compadres # 12
Cupo máximo: 10 personas
Costo: $650 ($500 con descuento de estudiante). Puedes reservar tu lugar con el 50%

Cuando leí lo anterior llegué a la conclusión de que la Técnica Alexander no servía para mejorar la capacidad de redacción, ni tampoco la capacidad de concentración, puesto que el mensaje (a pesar de ser un envío masivo destinado a gente con frustraciones diversas) nunca explica en qué consiste la Técnica Alexander. Me intrigó el hecho de que algo que cuesta seiscientos cincuenta pesos se pudiera devengar bajo la sombra de un árbol. Me imaginé a diez viejitos extranjeros sentados en las raíces de un amate, escuchando atentamente las instrucciones, o recibiendo algún tipo de masaje que preparase el cuerpo para aplicar la técnica. Me los imaginé viejitos porque por lo general en estos tiempos la gente joven anda demasiado ocupada, y me los imaginé extranjeros porque no sé de ningún paisano que pague por estar bajo un árbol, jugar a la pelota, caminar, meterse a nadar en agua fría o hacer lo que se le de la gana, en cambio en el Pueblote he visto turistas pagando por cosas que si me las regalaran las tiraría a la basura. Si tocamos el punto de la comida en el bonito jardín, tampoco eso es un gancho efectivo de mercado, a menos que la cosa incluya langosta termidor y una botella de whisky, puesto que en el Pueblote afortunadamente todavía abundan los bonitos jardines, yo como a diario en un bonito jardín una muy buena comida corrida de 40 pesos, y respecto a eso de tener la oportunidad de platicar con otras personas que también estén aprendiendo la Técnica Alexander, la cosa es obvia, a menos que la técnica Alexander consista en pegarse los labios con cinta adhesiva y luego ponerse a jugar a la pelota, caminar, nadar, sólo los valientes…etc., en tal caso supongo que de cuando en cuando el instructor y su ayudante formarían dos filas, una frente a la otra, las recorrerían por el interior quitando la cintas adhesivas y al llegar al final se darían la vuelta y el instructor gritaría: ora sí, tienen la oportunidad de platicar durante diez minutos, entonces uno podría intercambiar opiniones de vida con sus compañeros, yo por ejemplo les preguntaría como es que han hecho su fortuna y luego trataría de venderles tierra para composta. Cuando llegué al párrafo final, ya estaba haciendo yo suposiciones muy aventuradas, me imaginé una escena como de película: vemos a una pareja con maletas esperando en el paradero de la caseta a Cuernavaca, junto a ellos un niño y una niña se disputan la propiedad de una mandarina. “¡agarra a a Lupita, la va a atropellar un coche!” dice la señora, “Te dije que los pasáramos a dejar con tu mamá, la Técnica Alexander no es para niños”, le responde el malhumorado señor, intentando sujetar a Lupita por el antebrazo, “pero va a estar Alejandra la cuenta cuentos, quien no contará cuentos, pero hará actividades con ellos”, le refuta la señora, entonces la toma se abre y vemos a un tipo de traje gris parado al filo de la carretera con el brazo extendido y el pulgar levantado, un coche pasa sin detenerse, el hombre lo sigue con la mirada, luego voltea hacia a la pareja, les sonríe ampliamente y grita: “no se preocupen, en el siguiente nos vamos”. El tipo lleva un gafete que dice: “Taller de Técnica Alexander, Cuernavaca, México. Tito Gonzalez. Conseguidor de Aventones”. Finalmente para aquel que crea que tengo dos dedos de frente por haber llegado a este punto sin abrir la página de Google y buscar en que consiste la técnica Alexander, tengo que decirle que lo más ilustrativo que encontré fue lo siguiente: “La Técnica Alexander es un método de reeducación corporal que nos ayuda a detectar y reducir el exceso de tensión que muchas veces no detectamos, pero que origina muchos de los problemas de dolor, postura, equilibrio y rigidez del cuerpo”. Lo anterior me llevó a pensar en un mejoramiento de la técnica en distintos aspectos, próximamente yo mismo impartiré el curso, que por supuesto tendrá un costo menor, no se admiten abstemios, tampoco niños, sólo para gente de Cuernavaca o fuereños con coche, informes con un servidor.